Entendemos a las “habilidades ancestrales” como todos aquellos conocimientos, prácticas, técnicas y tecnologías utilizadas por los humanos de todo el mundo en algún momento de la historia; y que siguen siendo utilizadas alrededor por muchas sociedades que las entienden no solamente como parte de su acervo cultural, sino que también les proveen altos niveles de autonomía, resiliencia e independencia
respecto a los sistemas tecno-industriales, garantizando – por si fuera poco – la sustentabilidad entre personas humanas y no humanas con niveles de impacto ambiental tendientes a nulo.